Uno de los mayores temores de los propietarios: que reserven cinco personas y al día siguiente te enteras que estuvieron el doble. Y, para más inri, molestaron a los vecinos poniendo la música a un volumen excesivo. Tal vez no te haya pasado ninguna de estas situaciones, pero seguro que han rondado por tu cabeza durante algún tiempo. No te preocupes más. En este artículo te vamos a dar las claves para evitar fiestas en tu alojamiento rural.

1. Parte de viajeros a las autoridades.

Como bien sabrás, cada vez que se produce una reserva, debes recopilar los datos identificativos de los viajeros, y enviárselos a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Una vez realizado el parte, los viajeros tendrán que firmarlo.

Las consecuencias de este parte son numerosas. En primer lugar, traslada la responsabilidad de la cantidad de huéspedes y los hechos que acontezcan durante la reserva a los viajeros. De esta manera, si llegara una denuncia de ruido o si el número de viajeros fuera superior al acordado, la responsabilidad legal de ello correspondería a los viajeros, no al anfitrión.

Por otra parte, el hecho de que el viajero entregue sus datos al realizar la reserva, generalmente da lugar a que los huéspedes no se atrevan a realizar fiestas. Saben que en caso de ocurrir un incidente, están registrados en una base de datos policial.

2. Hacerles saber que vives cerca

Puedes hacerlo mientras haces el check-in (si lo haces presencial) o mediante comunicaciones previas a la reserva por correo. De esta manera, los huéspedes tendrán más cuidado si piensan hacer ruido o fiestas.

Aunque no vivas cerca de la casa, la colocación de detectores de sonido controlado por móvil puede generar el mismo efecto deseado, sin la necesidad de que estés viviendo cerca.

3. Normas de la Casa

Normalmente, con dejar claro las normas de la casa basta para que los huéspedes tengan claro qué pueden y qué no pueden hacer. Cuanto más claras y concisas sean esas normas, menor será la probabilidad de que se produzcan fiestas indeseadas en tu alojamiento.  En ocasiones, basta con unas cartulinas o papeles pegados en lugares estratégicos de la casa, donde el huésped vea claro que está permitido y prohibido. Una idea, deja un prospecto con las normas donde esté la clave del wifi.

Dado que los viajeros vienen de diversas partes del mundo, es clave señalar las normas en varios idiomas (francés, inglés, etc.), y presentar cada norma con un logo o señal que pueda ser reconocible por todos.

4. Fianza

Otra alternativa para impedir que se celebren fiestas es la solicitud de una fianza previa a la llegada. Normalmente el viajero es reacio a depositar fianzas, por lo que es posible que tus reservas disminuyan. Otra desventaja de pedir fianza es la de que los huéspedes probablemente pondrán una valoración negativa de su estancia si no se la devuelves. En este sentido, generalmente recomendamos no exigir fianza, salvo que el valor de la casa o el tipo de reserva así lo requiera.

5. Comunicación con los huéspedes

Durante la conversación con los huéspedes previa a la reserva, podemos comentarles e indicarles las actividades que estén disponibles y las que estén prohibidas durante su estancia. Además, no solo recomendamos esta comunicación antes de que lleguen, sino durante la estancia misma.

Si no sabes o tienes dudas sobre cómo comunicárselo echa un vistazo a nuestro artículo: como dar una mala noticia a tus huéspedes.

6. Informar a los vecinos

Si tienes confianza con tu vecindario y les informas cuando llega una reserva, no solo te lo agradecerán, sino que ellos mismos podrán ayudarte a que, si ocurre algún percance, puedas resolverlo o estar atento de manera más rápida y eficaz.

Si quieres despreocuparte de estos y otros problemas, echa un vistazo a nuestro planes de gestión en la seccióny nosotros resolveremos las gestiones y cuestiones que afecten a tus reservas y alojamientos.

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