1. Conoce bien tu casa
Este consejo puede resultar obvio, pero es de mucha utilidad.
1.1. Tener un buen aislamiento
Es muy importante saber el grado de aislamiento térmico que tiene tu casa. Identifica los puntos de fuga de calor, esto será crucial a la hora de ahorrar tanto gasoil, gas o electricidad cada vez que encendamos la calefacción.
Existen servicios de análisis termográficos a través de cámaras que analizan por donde se escapa el calor. Los motivos de un mal aislamiento pueden ser varios: fugas de aire de pequeñas grietas o cavidades, una caldera demasiado antigua de baja eficiencia, ventanas de vidrio simples y bajo aislamiento, sótanos y áticos con poco aislamiento etc.
Nuestro pequeño truco: rediseña e invierte en mobiliario estratégico. Dejar la estufa en el sitio donde mas se conserve el calor de la casa, poner alfombras, cambiar cortinas por unas más gruesas o incluso elegir donde colocarlas para reducir o aumentar la cantidad de luz que entra en el inmueble, y por ende, mantener la temperatura de éste.
1.2. Consumo de los electrodomésticos
¿Sabes cuánto consumen tus electrodomésticos? Según un estudio de Endesa, el frigorífico, la lavadora, televisor y el horno aglutinan un 60% del consumo eléctrico de la vivienda. Para hacernos una idea: uno de cada tres euros que pagas en la factura de la luz esta acaparado por el frigorífico.
Nuestras ideas:
- Frigorífico: no dejar la puerta abierta, no introducir alimentos calientes y, solo si es posible o necesario, cambiar a un electrodoméstico de tipo A+++.
- Lavadora: programas cortos y con agua fría siempre que sea posible.
- Televisión: el mayor error es dejarlo en modo standby, pues este modo supone un gasto enorme mientras no se usa el dispositivo.
- Horno: la limpieza, aprovechar el calor residual o, si es posible, cocinar varios platos a la vez.
- Agua: los aireadores o también llamados atomizadores, son pequeñas piezas que pueden adaptarse a las salidas de grifos, duchas de mano, mangueras… Su función es la de mezclar el agua con el aire pero sin perder el confort ni la sensación de tener la misma cantidad de agua.
Recambio de electrodomésticos: A medida que recibas huéspedes, es aconsejable destinar parte de los ingresos al recambio de muebles y/o electrodomésticos del alojamiento. Por ejemplo, sustituir una bañera por un plato de ducha.
2. Diversifica tus fuentes de energía: gas, gasoil, electricidad, leña
Es posible que mañana el precio de la luz se dispare, mientras que el del gas no lo haga tanto, o al revés. Cuando suba tu factura de la luz, en vez de usar un horno eléctrico, podrías usar uno de gas (siempre y cuando el coste del gas sea menor que el eléctrico).
Si puedes o dispones de una chimenea, en vez de usar la calefacción eléctrica o de gasoil, úsala. La leña sigue siendo a día de hoy un recurso mucho mas barato que las anteriores opciones, aunque el futuro de las cualquier energía es incierto.
Tener diferentes fuentes de energía a mano permite mantener tus gastos y protegerte ante el incremento de precios.
3. Uso eficiente: Lograr convertir tu alojamiento en una passive house
Cada vez son más casas las que se construyen pensando en una perspectiva de consumo 0 o pasivo. Si bien el objetivo inicial por el cual se hicieron tenía que ver con la sostenibilidad y el medio ambiente, también pueden ser una gran alternativa para ahorrarse dinero en la factura de la luz.
La casa pasiva se caracteriza por la eficiencia absoluta en materia energética. Si quieres saber más y hacer números sobre convertir tu casa en una passive house, echa un vistazo al articulo que realizamos sobre el tema ¿Es rentable una passive house?
4. Limita el uso de la vivienda según el número de huéspedes
Esta práctica no es perfecta y debe entenderse en el marco de una casa divisible que no afecte a la experiencia del huésped. De esta manera das la opción de que grupos más reducidos puedan alquilar tu casa, y así poder obtener más reservas en las temporadas más bajas. Expliquémoslo con un ejemplo.
Una casa rural que tiene 6 habitaciones con capacidad de hasta 12 personas y la quieren alquilar solo 6 personas. Que cada persona usase una habitación diferente sería un despilfarro de recursos. El cierre o la recomendación de uso de 3 habitaciones en este caso evitaría el consumo de 3 lámparas, 6 luces de mesita de noche, 3 zonas donde calentar la casa, la limpieza de esas habitaciones, la lavandería de esas camas, etc. siempre y cuando mantuviéramos abiertas las zonas comunes de la casa (cocina, comedor, terraza, salones, etc.). En este sentido, es crucial mantener una conversación natural con los huéspedes para que entiendan la situación.
5.Sistema de domótica
Un sistema de domótica te permite llevar una gestión más eficiente del consumo de energía que se está produciendo en tu hogar de forma automatizada e inteligente, permitiéndote llevar así un control del consumo que realizan tus huéspedes en cada reserva.
A día de hoy, llevar este control de consumos es algo crucial. Aquello que no se mide nunca se puede mejorar. Un buen sistema de domótica te permitirá controlar tanto la calefacción de tu hogar, apagar cualquier aparato que se dejen encendido los clientes a deshoras e incluso tener un control de la iluminación de la casa.
Y todo desde el móvil. Con la llegada del 5G, convertir tu casa en inteligente es cada vez más accesible para todos.
Algunas ideas de domótica que pueden favorecer el control de gastos en tu casa:
- Puertas automáticas: ningún huésped se dejará la puerta abierta, ni entre habitaciones ni con la calle.
- Luces y grifos con sensores de movimiento: de esta manera te aseguras que ningún huésped se deja la luz o el grifo abierto.
- Aplicaciones para el control del agua caliente: desde tu móvil, podrás elegir la temperatura, apagar o encender la calefacción, y mucho más.
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